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martes, 14 de junio de 2011

Matar el alma


"No le temas a quien puede matar tu cuerpo porque mayor daño no puede hacerte, tenle miedo a quien puede matar tu alma porque ese si te matará para siempre"
(Jesús de Nazaret)

Y ¿cómo se mata el alma?, pues se me ocurre que sembrando en ella odios y rencores, iras, tristezas y apatías. ¿Y cómo se logra eso?, estoy seguro de que hay más de una manera, pero la que acá me ocupa es la más común, y es tan común y difundida que ni siquiera es considerada como algo malo.

El chisme; hay quien dice que todo el mundo chismea; sé que no es verdad porque yo no me hago eco de chismes y soy parte del mundo. Lo que para los hombres es solo una travesura, a los ojos de Dios es peor que el homicidio, veamos el porqué:

Primero, dicen las Sagradas Escrituras que todo el que juzgue será juzgado, pues sucede que todo aquél que se hace eco de un chisme, no solo ha juzgado que la calumnia es verdadera, sino que además ha condenado y ejecutado sentencia contra el calumniado; si el chismoso tuviera aunque fuera una duda diminuta acerca de la veracidad de lo que oye, no se haría eco de ello, por tanto el que chismea juzga y será juzgado.
En segundo lugar, aunque el chisme fuera verdad, dicha verdad sería siempre incompleta, pues tan sólo podemos observbar la punta del Iceberg, lo que hay debajo de la superficie lo conocen sólo Dios y el imputado, más nadie, por tanto hacerse eco de chismes es LEVANTAR FALSO TESTIMONIO, y esto hace referencia a uno de los diez mandamientos ¿o no?.

De mi; desde que nací se ha dicho de todo; desde homosexual hasta mujeriego, desde impotente hasta pervertido, desde pendejo hasta psicópata asesino, de extremo a extremo, todo lo que se puedan imaginar alguien lo ha dicho de mi; y yo me hago el sordo; porque lo que los demás piensan de mi es problema de ellos; mi problema...mi único y verdadero problema es lo que yo pienso de mi.

Es sólo por eso que a pesar de los bombardeos de calumnias y chismes en mi contra, mi alma sigue vivita y coleando, esa certeza de que lo único que cuenta es lo que yo mismo pienso de mi, me inmuniza contra el chisme; y bueno, a la soledad ya me acostumbré, ya no me afecta en lo absoluto.

Existe otro problema con los chismes; y es que suelen estrellarse contra la identidad del calumniado. A demasiada gente le gusta creer de los demás lo que les da la gana, y cuando descubren que estaban en un error, prefieren intentar cambiar la realidad a toda costa antes que aceptarla. Lo que quiero decir con esto es más o menos lo siguiente:
Si se dice de una mujer lesbiana que la vieron besando a un hombre, ella arderá en cólera, si se dice de una mujer heterosexual que la vieron besandose con una mujer; también  se pondrá furibunda, y es que lo que más desea cada quien es que el resto del mundo nos vea tal y como nos vemos nosotros mismos, que respeten nuestras identidades...Pero eso no es lo que hacen los chismosos, muy por el contrario; lo que hacen es repetir como loros amaestrados todo lo que oyen; y cuando se percatan de que repitieron una falacia...bueno por mucho que trates de convencer a tu audiencia de que laTierra es plana, ésta no se va a aplanar para darte el gusto ¿verdad?...
Para el chismoso (que suele ser soberbio pues tiene la auto estima enterrada en la Fosa de las Marianas) tener la razón es más importante que descubrir la verdad...pero yo también quiero que el resto del mundo me vea tal y como yo mismo me veo; es decir que respeten mi identidad, no acepto que nadie intente obligarme a ser algo distinto de lo que soy y quiero ser, apuesto a que la mayoría piensa igual que yo, al menos en este sentido.

Así que recuerden que hacerse eco de dimes y diretes sin averiguar primero y sin siquiera dar el derecho a la defensa es peor que matar; al menos a los ojos del buen Dios; aunque para los hombres la cosa no pase de ser una travesura; tómese nota pues...

P.D.: El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que lea...