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miércoles, 27 de octubre de 2010

Vocación y Trabajo

Para descubrir cuál es tu vocación solo tienes que preguntarte una cosa y es :
¿Qué harías aunque nadie te pagara por hacerlo?
¿Cuál es esa tarea que te quita el hambre, y te quita el sueño, y te obsesiona al punto de que no puedes funcionar correctamente hasta que la hagas; para luego repetir el ciclo una y otra vez?
Es allí donde reside tu vocación y es a esa tarea a la que deberías dedicarte profesionalmente.
Pero, les tengo una mala noticia, y es que vivimos en un mundo capitalista (y no se me confundan los de Izquierda, el comunismo no es otra cosa que un capitalismo de Estado; la única diferencia entre el primero y el capitalismo en sí, es que en este último gobiernan los oligopolios económicos –mayormente comprando voluntades- mientras en el comunismo gobierna el monopolio representado por la oligarquía partidista; incluso el fascismo era un capitalismo monárquico, pero capitalismo al fin) como venía diciendo, vivimos en un mundo capitalista de franca imposición consumista; en donde no hay espacio para las artes a menos que sean comerciales; y cuando las artes son comerciales dejan de ser artísticas porque ya no responden a la subjetividad del autor sino a las exigencias de un mercado cuya mayoría de integrantes de arte sabe poco y nada.
Y artistas son, los poetas, novelistas, cuentistas, músicos, escultores, pintores; pero también son artistas los magos, los actores, los ebanistas (carpinteros especializados en dar forma artística a la madera), etc.
Los escritores, los músicos y los artistas plásticos tienen la ventaja de que pueden estudiar las respectivas carreras y luego trabajar medio tiempo dando clases de sus respectivas materias (y con ello consiguen un salario a medida de Hombre) y dedicar el resto del día a la creación, pero artistas para los cuales no existen escuelas ni universidades, y por tanto no pueden dedicarse al magisterio para luego desarrollar su arte.
Para ellos, mi consejo es éste:
Averigüen cuál es su segunda vocación; Dios no nos da una sola vocación sino que nos da varias, una principal y varias secundarias…
Por tanto es menester que se dediquen a desarrollar su segunda vocación más importante  a través del estudio (o la tercera si la segunda tampoco paga); 
 y hacer de esta vocación una profesión.
Esto es para que se garanticen un trabajo a medio tiempo con un sueldo noble y suficiente, de manera que luego puedan dedicar el resto del día al desarrollo de su primera vocación, y así poder sentirse realizados y evitar caer en la depresión.

Porque la primera causa de depresión es precisamente ese sentimiento tan feo de saberse obligado a hacer algo que no nos gusta de 8 a 16 horas al día solo para llenar el estómago y mantener a la familia; es decir que la sensación de auto realización es la primera cura de la depresión, y dicha sensación solo se adquiere sólo, única y exclusivamente cuando nos dedicamos a aquellas tareas que más nos gustan.

En el Renacimiento, los Reyes, Príncipes y Aristócratas mantenían a los artistas y a los sabios, los cuales podían dedicarse por entero a sus nobilísimas tareas, pero en la actualidad ni siquiera los Gobiernos se ocupan de ellos, por eso es que se dice que el arte alimenta el espíritu y mata de hambre al cuerpo; y es esa tal vez la razón por la que cada día hay menos verdaderos Creativos; lo que pasa es que es bien difícil crear con el estómago vacío.

La vocación ha de ser la brújula, el astrolabio y el mismísimo  timón de nuestra vida, pero si tu vocación es artística y pertenece a un arte sin escuelas; entonces debes enfrentar la realidad y actuar en consecuencia; no la abandones porque el abandonar la propia vocación es ya; de por sí un suicidio, estarías matando tu alma y tu espíritu; pero tampoco pierdas el tiempo buscando lo que no existe porque antes o después tendrás que comenzar a trabajar, y si careces de profesión tendrás que aceptar el trabajo que consigas (aunque lo detestes) y trabajar las horas que te impongan y entonces si le tendrás que decir adiós a tu vocación –al menos hasta que te jubiles o te pensionen-

Por tanto dedícate a desarrollar una profesión que exista y que te guste lo suficiente como para que sepas que lo harás bien, luego de graduarte en ello, trabaja medio tiempo y dedica el resto del tiempo a tu vocación principal.
En el mundo moderno solo si estás capacitado en las tareas que exige el mercado laboral puedes elegir un horario de trabajo y al mismo tiempo obtener un salario a medida de HOMBRE.
Y esto es para todos los jóvenes y para todos los que se sienten jóvenes…
Abrazos siderales